NUESTRA POSTURA Y EL JOROBADO DE NOTRE DAME
Nuestro protagonista de hoy, es el pequeño Quasimodo, o más bien su característica columna. Aunque en su caso era una deformidad de nacimiento y no conseguida a posteriori nos servirá para tener una imagen de una postura incorrecta.
En esta entrada hablaremos acerca de la postura y la relación con el sistema fascial y posibles soluciones para evitar caer encerrados en el campanario más cercano como nuestro amigo.
Cada día sois más los que os acercáis a Ergoactiv preocupados sobre vuestras dificultades para andar rectos o que cada vez os encontráis mas encorvados. Y es que el control de la corrección y el mantenimiento de los buenos hábitos posturales no son comunes.
Ejemplo de postura incorrecta frente al ordenador.
Ejemplo de postura correcta frente al ordenador.
Por ello en este artículo mi objetivo es acercarnos un poco más a la causa y a las posibles soluciones para conseguir una espalda sana.
Desde Ergoactiv en innumerables ocasiones nos habéis escuchado hablar sobre el equilibrio que debe de existir entre rigidez y flexibilidad en nuestro organismo y la fuerza compensada entre nuestros músculos. En esta ocasión añadiremos la importancia que tiene el sistema fascial en la relación con el mantenimiento de nuestra postura. Este sistema es tan conocido debido a la temida fascitis plantar, sobre la cual ya hablamos en anteriores entradas del blog.
Recordemos que la fascia es un tejido conectivo encargado de envolver los músculos, huesos y articulaciones protegiendo y manteniendo la estructura del cuerpo unido, dándolela forma que tenemos (no es un tejido que se encuentra solo en la planta del pie, sino que abarca todo el cuerpo al completo).
Imagen en la cual observamos como la fascia envuelve a la fibra muscular.
Además de su función de envoltura, son unas cuantas más sus funciones: ayudar en la transmisión del movimiento desde los músculos a los huesos a los cuales están adheridos, cubrir los órganos internos sosteniendo la red de vasos sanguíneos y linfáticos y, en su forma rígida, es la sustancia de la que están formados los tendones y ligamentos, dando de esta manera la continuidad mecánica al aparato locomotor. En resumen diremos que el sistema fascial forma una ininterrumpida red, que de diferentes modos controla todos los componentes de nuestro cuerpo. Si este sistema en el algún punto se encuentra en excesiva tensión o demasiado distendido la función corporal queda afectada, involucrando a nuestra postura corporal.
¿Cómo puede llegar a desequilibrarse este sistema? A causa de posturas estáticas, movimiento repetitivos, movimientos incorrectos y posturas incorrectas mantenidas durante largo tiempo.
¿Qué es lo que podemos hacer nosotros para evitar o corregir en parte el mal funcionamiento de este sistema?:
- Concienciación en mantener una buena postura. Cambio de los hábitos incorrectos.
- Desarrollo de las capacidades de la corrección postural. Reconocer los patrones de movimiento que nos empujan a una actitud defensiva y no permitir que se conviertan en hábitos patológicos.
- Fijación de los buenos hábitos posturales. No nos sirve solo cambiar los hábitos incorrectos sino que también es necesario automatizar los buenos hábitos.
Y para poder conseguir el éxito en este proceso, no dudéis en acercaros por Ergoactiv, estaremos encantados de ayudaros.