¿Qué es el core?
La palabra core significa núcleo o centro. Engloba toda la región abdominal y parte baja de la espalda. No hay una lista cerrada de los músculos estabilizadores, aunque los diferentes expertos incluyen: los oblicuos, recto abdominal, suelo pélvico, el diafragma, los multífidos y el músculo más importante de todos: el músculo transverso abdominal. Sería algo así como el corset de nuestro cuerpo que, entre otras funciones, protege nuestros órganos. Se refiere al conjunto de músculos que protegen la columna vertebral dando estabilidad al cuerpo. Así conseguiremos una estructura central, vertebral y pélvica fuerte, favoreciendo el control de los movimientos del torso y extremidades.
El core es el encargado de estabilizar el tórax y la pelvis durante el movimiento dinámico. Este conjunto de músculos dan estabilidad al cuerpo, transmiten las fuerzas necesarias, las distribuyen y gestionan la presión interna en cada movimiento, en cada actividad tanto cotidiana como deportiva.
Los movimientos funcionales son altamente dependientes del core. Si alguno de ellos falla o está inhibido pueden aparecer las molestias y las lesiones. El dolor de espalda, y en especial las lumbalgias, que afectan como mínimo una vez en la vida al 75% de la población, suelen resolverse con un entrenamiento específico del core.
Además el core determina en gran medida la postura de una persona. Los músculos del core alinean la columna, las costillas y la pelvis para resistir una fuerza específica, ya sea estática o dinámica.
MOTIVOS POR LOS QUE RESULTA FUNDAMENTAL TRABAJAR EL CORE
- Es el centro de gravedad del cuerpo: Hace de enlace entre el tren inferior y el tren superior y, por tanto, resulta clave para desarrollar el equilibrio, la estabilidad y la coordinación.
- Mejora la respiración porque cuando ejercitamos este gran complejo lumbopélvico-cadera conseguimos expulsar todo el aire de nuestros pulmones, evitando que quede en ellos aire pobre y dejando espacio para mayor cantidad de aire limpio.
- Reduce el riesgo de lesiones y equilibra tu postura. Un core estable nos permite mantener las posturas correctas, disminuyendo el riesgo de lesión al proporcionar mayor fuerza a nuestras extremidades. Existen estudios que demuestran que un programa de ejercicios que estimule el core previene de patologías comunes, de las cuales muchas vienen causadas por el tipo de vida que llevamos.
- Reduce el dolor de espalda baja: El conjunto de músculos que conforman el core le dan a nuestra espalda la contención necesaria minimizando los efectos de los impactos.
- Quema la grasa de la zona media sin tener que recurrir a los clásicos abdominales (más lesivos), con variaciones donde los estabilizadores de la columna trabajan de forma más intensa y segura.